Los procesos de violencia política y terrorismo de Estado que marcan la historia latinoamericana desde 1960 fundaron en el pensamiento crítico de la región una legítima preocupación por investigar en las producciones y los discursos de los diversos actores que, de la mano de las transiciones postdictatoriales y de posguerra hacia finales de 1980, reconocieron la urgencia por trabajar los pasados recientes. Tanto desde el campo institucional y político, como desde la academia, los movimientos sociales y las colectividades de víctimas y sobrevivientes ha surgido una gran diversidad de iniciativas y proyectos que apuntan, entre otras cosas, a la insuficiencia de los instrumentos y las instituciones de justicia instaurados en democracia. Como afirma Elizabeth Jelin en su hoy clásico libro 'Los trabajos de la memoria' (2002, 2012), "las memorias son procesos subjetivos e intersubjetivos, anclados en experiencias, en "marcas" materiales y simbólicas y en marcos institucionales." Siguiendo a Jelin, es necesario incluir en una reflexión sistemática de los estudios sobre la memoria en América Latina la multidimensionalidad de la formación de las memorias, pues estas son plurales y suelen estar en tensión con otras memorias y con determinados olvidos. En el curso nos acercaremos a esta multidimensionalidad desde la intersección entre derechos humanos, la institucionalización de las políticas de la memoria y las operaciones de memorialización, así como desde las propuestas teóricas más destacadas producidas en la región con el fin de elaborar una cartografía comprensiva de uno de los campos más relevantes de los estudios latinoamericanos hoy. Schließen